Un nuevo día comienza, el olor a putrefacción de mis sueños rotos invade la habitación, haciendo que, yo, quiera escapar buscando un aire renovador que quite ese nauseabundo olor… Olor con sonido a dolor, un dolor en el corazón, el cual es muy difícil de describir con palabras… Palabras que nunca tuve, que hoy no tengo, y creo que nunca tendré.
Nada podrá llenar el vació que tengo en el cuerpo, todavía lamento la perdida de mis sueños y sin saber porque todavía conservo y observo como se pudren y mueren delante de mi, ni mi ofrendas de flores y vino logran despertar, nuevamente, este sueño dormido, el cual deje escapar de mi sin darme cuenta de tal perdida…
Un cigarrillo encendido calmas las ansias y las ganas de volver a tenerlos dentro de mí, porque una persona que deja morir sus sueños, es una persona que no tiene alma y una persona que no tiene alma es una persona sin vida… A caso yo estaré muriendo, por así decirlo? La verdad no quiero morir, me asusta esa idea de solo pensarla, y sinceramente no quiero eso para mí, no quiero ser un muerto en vida por no intentar cumplir mis sueños. Así que hoy decido, seguir viviendo, mirar para delante, llegar a donde realmente quiero llegar… En ese momento, dio un vuelco terrible, y tendido sobre el piso, al ritmo de una lágrima perdida de mi inconsciente rearmo mi vida, mi corazón, mis sueños… Bebo el vino, recojo la flor y salgo al mundo…
Un nuevo día comienza, el olor a…
